Adios querido Biel

Sentimos mucho comunicarles que Gabriel ya no está físicamente con nosotros. El domingo 8 de febrero tuvo complicaciones en la mañana, y cuando llegamos al hospital no hubo mucho que se pudo hacer. Parece que su corazón estaba más grave de lo que pensábamos; teníamos fé y confianza de que íbamos a ser parte de su familia durante muchos años, pero el verdadero estado de su corazón se manifestó esa mañana y el daño ya era irreversible.

Aunque estuvimos con él poco tiempo llegamos a quererlo muchísimo, y le dimos todo el cariño, amor y apoyo que nos fue posible. Le estamos agradecidos por el cariño y paciencia que nos dio, porque para él tampoco fue nada fácil el proceso. Ahora nos consuela saber que ya es libre, que las sondas y los electrodos y las máquinas alimentadoras ya no son parte de su realidad. Siempre va a estar en nuestros corazones.

Agradecemos también a las familia Ramírez y Garza todo el amor que nos dieron, así como a nuestros queridos amigos que tanto nos apoyaron desde el principio. Esta experiencia nos ha cambiado para el resto de nuestras vidas, porque ahora nos queda claro que no hay valor más importante que la familia, la amistad y el amor, así como la generosidad y el desapego.

Se celebrarán tres misas, una hoy martes 10 de febrero, otra mañana y otra pasado mañana, a las 7:30 pm, en el templo de Corpus Christi que se encuentra en Av. Cordilleras esq. con Sebastián Bach. Todos están invitados.

Gracias a todos con todo nuestro corazón.

Laura y Alejandro

1 comment:

  1. ¡Si tú pudieras ver a dónde he ido!

    Si tu pudieras ver a dónde he ido,
    si conocieras la belleza de este lugar,
    si supieras qué se siente estar en casa,
    viendo la cara de nuestro Salvador,
    despertar a la paz y desconocer completamente el temor,
    y solo sentir un gozo incomparable.
    A pesar de que en el mundo ustedes me extrañan,
    no me querrían allí si pudieran ver a donde he ido.

    Si tú pudieras ver a dónde he ido,
    haber hecho el viaje conmigo,
    sabrías que no estaba solo, que mi Salvador venía conmigo.
    Cuando desperté, Él estaba a mi lado
    y extendiendo hacia mí su mano me decía:

    “Anda, apúrate, vamos de regreso a casa,
    a un lugar ilimitado y glorioso.
    No te aflijas porque me amas,
    porque Yo estoy no sólo contigo,
    sino también con ellos,
    y estando tú en casa,
    ellos anhelarán venir también.”

    Si tú pudieras ver a dónde he ido.

    ¡Ah, si tú pudieras ver a dónde he ido!
    ¡Y lo que me ha sido mostrado!
    No volverías a tener temor,
    no volverías a sentirte solo,
    te maravillarías del afán de Dios, verías su mano en la vida de todos
    y te darías cuenta del amor que tiene por nosotros.
    Cómo carga el peso de nuestra pena,
    como su corazón se duele y llora cuando alguno se pierde...
    ¡Ah, pero cuánto goza cuando uno de sus hijos regresa a casa!

    Si tú pudieras ver a dónde he ido
    y pudieras quedarte un rato conmigo
    y compartir las cosas que Dios ha hecho con su gracia eterna.
    Pero no, nunca podrías regresar.
    Una vez conocido el gozo del Cielo,
    una vez que el Cielo fuera tu casa,
    no soportarías caminar por las veredas del mundo otra vez.

    ¡Si tú pudieras ver a dónde he ido!

    Y ahora que estoy en casa con Él,
    seguro en toda forma,
    estoy esperando aquí, en la puerta del Cielo,
    para un dulce día, darte la bienvenida.

    Besos Tío Julio

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